El cansancio y el miedo andan visitando algunos sueños. Hay puños que no se vencen al inconsciente y siguen firmes aún durmiendo. Es que, hay voces que siguen recitando incoherencias y oídos que se siguen prestando a escucharlas. Como si el pasado fuera el presente y el presente el recuerdo borroso del pasado, pero eso no tiene sentido.
Entonces, será cuestión de que la calma ponga cada visita en su lugar, y esos que pueblan sueños ocupen otro lugar en la dimensión de lo impalpable, el pasado se ubique en la línea virtual del tiempo y los puños sean manos, nada más.
Quizás, sólo haya que tomar distancia, aquella distancia tan anunciada que anda vagabundeando otros cuerpos. La distancia que no recuerda de sueños o de momentos en el tiempo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario