Ahora que está todo calmo, puedo verte, en realidad, puedo sospecharte.
Primero pensé que eras un simple obstáculo, hoy los vestigios de la sangre muestran otra cosa.
Un simple sillón en el camino. Un tropezón no es caída, aunque no cuenta lo mismo mi cabeza partida.
Era fácil, bastaba con hacer todo por separado, la lista era:
1- Hablar por teléfono.
2- Buscar el bolso.
3- Buscar la ropa.
4- Bañarme.
La cuestión es que si usted habla por teléfono mientras busca el bolso y elije la ropa, y a su vez se saca la que tiene puesta para bañarse, apoya el pie en cualquier lado (sillón) mientras está subida a una rudimentaria escalera y se cae. Si tiene suerte, sólo se cae.
Si es como yo, se lleva puesto un armario de espalda y se parte la cabeza.
Lo mejor fue el médico que para consolarme hacía chistes:
Médico: Viste Quique, el remisero?
Enfermera: Si.
Yo: No.
Médico: Bueno, no importa, hizo bocha de plata, puso dos negocios, y una flota de autos. Se fue a Europa de vacaciones. Re bien la hizo.
Yo: Y tiene hijos varones?
Médico: No, una hija que es como una puerta pentágono, (…).
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3 comentarios:
inviolable
pense que te habias caido en la oficina
arreglemos algo prontooooooooooooooo
besos
http://observadorglobal.com/la-pagina-en-blanco-n1102.html
Si al señor le jode tanto, no debería leer, ver obras ni nada respecto del tema, y respetar la libertad de cada uno a escribir lo que se le venga en gana.
Ani
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