Lugar: Laboratorio de Análisis Clínicos.
Víctima: Una servidora.
Hora: 9:45 AM
Él: llegamos medio justo? Sabías el horario?
Una servidora: Sí, pero lo tenía mal.
La sala de espera tenía seis hileras de sillas dispuesta de frente a los “consultorios” más una fila de sillas en forma de “L” de espaldas a los consultorios, ergo de frente a los otros a unos 2 metros de distancia.
En primera fila estabamos nosotros, en las sillitas que formaban la letra de la palabra Luna estaban sentados un papá, una mamá y el respectivo niño, jugando con un peluchito…no, un…
Una servidora: Ehm, eso es un peluche con pilas? O un coballo vivo?
Él: lo segundo.
Una servidora: Ah, ok, la próxima traigamos a Margarita.
Pd: Margarita es una perrita de la calle que está viviendo en mi casa. Bueh, es la perra de mi mamá, pero se podía prestar a mal entendido.
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1 comentario:
extraordinario el final :D
GENIAL
jajaja
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